viernes, 28 de septiembre de 2012

CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN FOTOGRÁFICA A PARTIR DEL ANÁLISIS DE LAS OBRAS DEL FOTÓGRAFO FRANS LANTING


EL CENTRO DE INTERÉS: antes de realizar una fotografía debemos preguntarnos que es lo que queremos captar en ella. En cualquier motivo siempre existe un elemento que atrae más nuestra atención y que constituye un centro de interés, en torno al cual se basará toda la composición.
Para establecer el encuadre en función del centro de interés debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Cuando en una escena hay dos o tres motivos con la misma fuerza que el motivo principal, se genera una confusión en el observador y perjudica la fotografía.
- Lo más sencillo y efectivo para resaltar su importancia es situarlo en el encuadre según la regla de los tercios.
- Si una persona o un animal se fotografía de perfil, se debe dejar siempre más espacio por delante de la cara que por detrás.
- Al fotografiar objetos móviles es importante captarlos entrando en el encuadre y no saliendo.
- El fondo tiene una importancia decisiva al momento de valorar el centro de interés, y por lo general, no debe competir con el motivo principal, como por ejemplo utilizando objetos claros con un fondo oscuro o al revés, o desenfocandolo.
A la vez, debemos tener en cuenta que todo lo que esté a la derecha y abajo en la imagen pesa más, aprovechando esto para colocar allí el motivo principal.

EL ÁNGULO DE TOMA: lo normal es fotografiar colocándose frente al motivo, de pie, con la cámara al nivel de los ojos y con el plano focal perpendicular al suelo. El tema se capta así sin distorsiones y de forma clara y descriptiva, pero dando como resultado imágenes estandarizadas y poco originales. Se puede conseguir imágenes más originales cambiando el punto de vista.
Cuando se opta por un punto de vista elevado, que se conoce como Vista de Pájaro, se puede excluir la línea del horizonte y utilizar el suelo como fondo. Esto proporciona imágenes muy originales pero por lo general, el motivo principal queda poco destacado del fondo, y si se fotografían personas, saldrán con la cabeza enorme y distorsionada.
Si en cambio, fotografíamos al nivel del suelo y hacia arriba, que se conoce como Vista de Hormiga, el horizonte e incluso el suelo pueden no aparecer en la fotografía, resaltando más el motivo principal, pero pudiendo aparecer en el encuadre luces parásitas si se utiliza una iluminación cenital. No se recomienda este tipo de toma al realizar un retrato ya que destaca mucho la mandíbula y los agujeros de la nariz.
Todos los defectos y deformaciones producidas al variar el ángulo de toma, pueden exagerarse intencionadamente utilizando un gran angular.
La variación del punto de vista aporta perspectivas diferentes con elementos inesperados que habitualmente captan más la atención. El fotógrafo debe estudiar el motivo y la escena buscando puntos de vista innovadores o más atractivos para el observador. Existen ciertas técnicas:
- El Picado que consiste en fotografiar un motivo desde arriba hacia abajo y ayuda a resaltar lo pequeño de ciertos objetos ya que proporciona un punto de vista de superioridad, siendo contraproducente al fotografiar niños o animales porque los presenta como inferiores.
- El Cenital que se trata de realizar la fotografía también de arriba hacia abajo, pero en este caso de manera perpendicular con respecto al suelo.
- El Contrapicado que consiste en fotografiar de abajo hacia arriba, resaltando la grandiosidad del motivo. También deforma la perspectiva. Suele utilizarse para fotografiar edificios o monumentos.
- La Toma al Ras que se trata de fotografiar con la cámara al ras del suelo o del motivo. Generalmente este tipo de tomas sorprende al observador y suele utilizarse para fotografiar motivos pequeños en su entorno natural.

EL COLOR: de todos los elementos que conforman una fotografía el color es que crea mayor respuesta emocional. Algunos colores atraen más la atención que otros. Los colores primarios, y principalmente el rojo, conducen inmediatamente la vista hacia la parte de la fotografía donde se encuentran presentes.
Los Colores Cálidos hacen que todo se vea más grande y cerca alterando la composición de la imagen. Para acentuar un color podemos utilizar una luz directa, y una suave sobreexposición ayudará a aumentar la saturación del mismo. Los Colores Intensos crean un gran impacto cuando se utilizan aisladamente pero si los combinamos podemos obtener un efecto desagradable a la vista. Hay que tener cuidado con la combinación de colores chocantes, opuestos en el círculo cromático. De manera inversa para conseguir armonía debemos intentar utilizar colores que estén cerca en el círculo cromático, lo cual también simplifica la iluminación y la exposición al reducir el contraste.
El color ayuda en la composición de la imagen en relación a su significación en cuanto a lo simbólico, lo fisiológico y lo cultural que trae impreso, actúando como otro recurso expresivo más. Los Tonos Mayores son: el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el índigo y el violeta. La saturación de un color evoca intensidad mientras que los tonos suaves transmiten tranquilidad.
La fotografía en blanco y negro es también muy impactante y ayuda a resaltar mejor los contrastes y las variaciones tonales, haciendo que el color no distraiga de otros recursos expresivos.
Las oposiciones de Claroscuro son muy interesantes pero debemos tener en cuenta que tanto si el motivo principal se encuentra en la parte oscura o en la clara, dicha parte no debe superar el 40% de la fotografía. El claroscuro suele utilizarse para representar profundidad y volumen.

En la composición de manera general se debe tener en cuenta lo siguiente:
- Los edificios claros tienen un mejor efecto con un objeto oscuro en primer plano, como ser por ejemplo una escalinata o un árbol.
- Los monumentos soleados deben tomarse con un fondo oscuro.
- Siempre fotografiar los objetos claros con un fondo oscuro, y los objetos oscuros en un fondo claro.
- Toda imagen tiene más plasticidad si el motivo se presenta nítido y el fondo con menor nitidez.
- La luz de frente o vertical crea imágenes aburridas. La luz lateral forma sombras que darán a la fotografía un aspecto vivo.
- Siempre debemos buscar el fondo lo más claro posible, y el primer plano lo más oscuro posible.

LAS FORMAS Y LOS ELEMENTOS DEL MOTIVO. COMPOSICIÓN.

El ser humano cuando percibe una cierta imagen suele hacerlo de una determinada forma y en un determinado orden, pero además existen ciertos aspectos que ayudan a captar la atención del cerebro y que suelen evocar ciertas sensaciones o sentimientos.
Cuando se pretende transmitir sensaciones o resaltar ciertos mensajes con una fotografía, es preciso conocer como funcionan estos mecanismos de la percepción para poder aplicarlos para transmitir lo que deseamos.
La COMPOSICIÓN fotográfica es la selección y colocación de los motivos en el área de la imagen.

ELEMENTOS DEL MOTIVO:

LA LÍNEA: es uno de los elementos compositivos más importantes ya que nuestros ojos tienden a seguirlas, tanto si están constituídas por elementos lineales sencillos como ser por ejemplo una carretera, una hilera de cultivos o palos de luz; como por los contornos de determinadas formas o tonos. Se puede aprovechar para dirigir la atención del observador, sugerir profundidad o movimiento. Hay distintos tipos de líneas:
Línea Vertical
La Línea Vertical alarga las cosas, se presenta como un símbolo de dignidad, elegancia, espiritualidad, da sensación de movimiento y de agitación.
La Línea Horizontal hace más ancha las cosas, manifiesta reposo, tranquilidad, quietud, peso y estabilidad. Habitualmente nos gusta más una imagen compuesta con una línea en ascenso de izquierda a derecha y en descenso de derecha a izquierda.
Línea Horizontal
Las Líneas Diagonales que a menudo se forman en una fotografía, como por ejemplo la baranda de un paseo, una calle o un camino, es habitual colocarlas haciendolas coincidir con las esquinas de la misma, así el ojo recorrerá esas líneas desde las esquinas a los centros de la imagen ayudando a dirigir la atención del observador. Al cortar estas líneas a uno de los lados de la fotografía, ésta parece interrumpirse bruscamente, mientras que al llevarla a la esquina da la sensación de continuidad.
Línea Diagonal
Las Líneas Dominantes son aquellas formadas por La Mirada y El Movimiento. La mirada de  un ser humano traza una línea dominante imaginaria de gran fuerza expresiva que debe ser respetada y resaltada por el fotógrafo. Cuando la persona retratada está mirando hacia algún lugar, debe abrirse el encuadre situando a la persona a un lado y dejando un espacio libre delante de ella para ser ocupado por su mirada.
Línea Dominante
Por otro lado, una persona u objeto en movimiento también describe una línea dominante dada por su trayectoria y que también tiene gran fuerza expresiva. Cuando el motivo esté entrando en la escena es conveniente abrir el encuadre y dejarle un espacio libre delante para que sea ocupado por su trayectoria y resaltar el efecto de movimiento.

LA FORMA: es uno de los caracteres físicos de los objetos, junto con el volumen, la textura y el color. Para reconocer un objeto nos basta su silueta, como por ejemplo al realizar formas chinescas. La superposición de formas nos permite establecer alejamientos y profundidad.
Para conseguir tomas impactantes de objetos con formas atractivas conviene tener en cuenta:
- Abstraer las formas del objeto principal, eliminando al máximo los detalles, por ejemplo realizando un contraluz.
- Acercarnos al encuadrar de forma que aislemos la forma de un sólo elemento del motivo.
- Utilizar un fondo lo más uniforme posible para que no distraiga la atención.
- Buscar el máximo contraste de tono entre la forma principal y el fondo.
Un buen método para resaltar las formas consiste en utilizar algún elemento de la imagen para enmarcar el motivo, como por ejemplo aprovechar el arco de entrada a un monumento para enmarcar al motivo principal, rodeandolo con un tono opuesto que va a realzar la fuerza del motivo.
En cualquier caso, para que un objeto tenga corporeidad y ofrezca sensación de volumen, además de su forma debemos captar su sombreado (tono) y los detalles de su superficie (textura).

RITMO: es la relación entre la forma y el espacio, el resultado de la repetición de líneas, formas, volúmenes, tonos y colores. La repetición de un motivo aumenta la armonía de la escena, confiere unidad y fluidez. Las composiciones con un ritmo excesivamente rígido, como por ejemplo las olas, conviene romperlas con algún elemento discordante que atenúe su rigidez y proporcione un centro de interés.
Hay distintas clases de ritmo según lo que se quiera transmitir:
Ritmo por Progresión
Ritmo por Alteración: se trata de una serie de elementos distintos que se repiten alternándose en orden, como ser por ejemplo: una vaca, una oveja, una vaca, una oveja.
Ritmo por Simetría: este ritmo se presenta cuando la serie de figuras ordenas puede dividirse con un eje en dos partes iguales y opuestas. La imagen resulta agradable si los motivos situados a ambos lados del eje tienen un mismo peso visual. La composición simétrica es sencilla, solemne y formal, pero puede resultar fría y demasiado mecánica. Un ejemplo es un camino de arboles en perspectiva.
Ritmo por Radiación: se crea a partir de un punto central y orientando los elementos en sentido circular alrededor de éste.
Ritmo por Progresión: es aquel ritmo en que se altera la forma y el espacio de manera proporcional, es decir que a medida que el motivo se aleja en profundidad también se achica en tamaño.
Composición Asimétrica
Composición Asimétrica: se la conoce con el nombre de las formas de las letras o figuras que adopta. Las más utilizadas son: la triangular, con forma de S, L o C que son las que con mayor gusto recorre la vista.

EQUILIBRIO: una fotografía resulta más agradable cuanto más equilibrados se presenten los elementos que la componen. La distribución de los elementos debe hacerse según su peso visual, colocándo los de mayor masa visual más en el centro del encuadre, y los más ligeros hacia los márgenes. El peso visual está dado tanto como mancha o masa visual que ocupa en el encuadre, como por el volumen y el peso que intuitivamente asociamos a cada elemento, como ser por ejemplo una vaca pesa más que una oveja.
En las composiciones verticales es más natural a la vista si colocamos los objetos más pesados en la parte baja del encuadre.
En la fotografía color el equilibrio se presenta además en relación a la intensidad y el contraste de los colores.

TEXTURA: la fotografía puede reproducir la textura de una manera que al mirarla uno pueda preveer la sensación que produciría tocarla. Una textura muy resaltada confiere realismo a la imagen porque estimula nuestro sentido táctil. La textura, junto con el tono y la forma, transforman los motivos planos en imágenes con fuerte tridimensionalidad.
Entre los factores que resaltan la textura se destaca la iluminación. Mayormente los objetos iluminados con una luz dura, intensa y rasante revelan una textura imperceptible de otra forma.

VOLUMEN Y TONO: el aspecto sólido es dado a los objetos por el juego de luces y sombras. El Tono es la brillantez visual de una zona de una imagen y está relacionado con el color y con la luz. En ocasiones se busca utilizar sólo los tonos altos y blancos que sugieren frescura, inocencia y libertad, o usar tonos bajos para sugerir drama, misterio y obsesión.

ORGANIZACIÓN: en las culturales occidentales, derivado del sistema de escritura, las personas estamos acostumbrados a mirar de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, y a su vez la mirada suele detenerse en ciertos puntos concentrando la atención del observador en los mismos, puntos que debemos aprovechar colocando el motivo que deseemos destacar en la fotografía. De estos puntos nace La Regla de los Tercios que indica que si dividimos la imagen en partes iguales por dos líneas horizontales y dos líneas verticales, los cuatro puntos de intersección de estas líneas serán los que mayor atención recibirán y en el orden propio del sistema de escritura. De esto podemos deducir que el motivo no debe ir centrado en el encuadre, sino que es preferible desplazarlo un poco hacia la izquierda ya que así se obtendrán imágenes menos simplistas y más atractivas. La mirada estructuradora debe ser impuesta por el fotógrafo. La fuerza de una imagen radica en la relación de los elementos con las líneas imaginarias que dividen el encuadre. Las dos líneas verticales u horizontales determinan la posición de los elementos alargados de la imagen, como ser por ejemplo el horizonte o un edificio, y en los cuatro puntos de intersección de estas líneas se sitúan los puntos de interés de la imagen. La intersección entre 2/3 horizontal y vertical es una buena localización para el centro de interés.
También podemos dar interés a un objeto más que otro, colocando uno de ellos de forma entera mientras que el otro sólo en parte, o jugando con el tema del tamaño ya que la mirada siempre va al de mayor tamaño.

EL PUNTO DE TOMA: casi siempre puede aumentarse la fuerza de una imagen acercándose al motivo, ya que las tomas cercanas transmiten sensación de proximidad y calidez y potencian el protagonismo del motivo al excluir otros elementos.

PROFUNDIDAD Y DISTANCIA: el procedimiento más conocido para lograr profundidad es la Perspectiva Lineal en la que los objetos se achican a medida que aumenta la distancia a la cámara, como ser por ejemplo en una hilera de pinos en un camino.
A su vez se puede generar profundidad a partir de la Perspectiva Áerea en la que los objetos distantes tienen tonos más claros y menor definición que los del primer plano.
La pespectiva en general ayuda a llevar la vista al centro de interés.

sábado, 1 de septiembre de 2012

EL ENCUADRE

El ENCUADRE consiste en la captura de la realidad eligiendo y organizando los elementos que formarán parte de la imagen, aquello que el fotógrafo sitúa dentro de la fotografía. Ante un mismo motivo cada fotógrafo puede elegir hacer una fotografía diferente captando unos u otros elementos.
Existen algunas pautas que se pueden tener en cuenta:
- Una vez que el fotógrafo decide la posición, el ángulo de la toma y la distancia, debe comprobar si todo lo que aparece en el visor resulta necesario. Si algo no favorece a la imagen, se debe cambiar la posición o intentar modificarlo esperándo a que las condiciones sean más favorables como por ejemplo en relación a la luz o si hay una persona caminando. El entorno del motivo principal, el fondo, los colores, la posición del sol y las sombras, son los aspectos principales que se deben controlar. Un entorno confuso, fondos demasiado claros o gráficamente muy potentes, colores llamativos o el sol detrás del motivo pueden perjudicar la fotografía.
En toda escena hay un MOTIVO (aquello que deseamos destacar, el centro de interés) y un FONDO (aquello que rodea, decora y/o da sentido al motivo). Para resaltar, el motivo debe llenar el encuadre, que sea el objeto principal excluyendo otros objetos que puedan restarle atención. Puede hacerse a partir de la diferencia de luz, de color, de nitidez, etc.
Un plano general de un parque dificulta la comprensión, es difícil saber que quiere transmitir el fotógrafo. En una toma realizada a corta distancia el tema queda perfectamente definido. El mejor método para definir el tema consiste en incluir pocos elementos en la fotografía.
- A pesar de los dicho en el punto anterior, es importante en el encuadre dejar un cierto MARGEN alrededor del motivo para no atosigar la imagen. Este margen actuará como marco del motivo.
- La LÍNEA DEL HORIZONTE suele ser una referencia visual clave para el ser humano. Normalmente debe mantenerse recta y horizontal. Una línea inclinada suele llamar la atención, y si no está justificada, da al espectador la sensación de que los objetos se van a caer hacia ese lado, y le resta atención al motivo principal. Tampoco es conveniente colocarla en el centro de la imagen, sino a 2/3 por arriba o por abajo, ya que colocándola al centro se obtendrán imágenes descriptivas e inexpresivas, mientras que subiéndola o bajándola se podrá dar más importancia al cielo, al mar o la tierra como fondo o motivo.
- También es importante considerar la PROFUNDIDAD DE CAMPO que da la oportunidad de añadir dramatismo decidiéndo que dejar nítido y que no en el encuadre. El ENFOQUE es otro de los elementos fundamentales para dirigir la atención del espectador y resaltar el motivo de la composición. El primer gran recurso artístico del enfoque total es resaltar el motivo (elemento enfocado) frente a todo lo demás desenfocado (fondo), fijándo de manera muy clara el centro de interés.
- Otro factor comunicativo importante es la elección del FORMATO del encuadre. La mayoría de los elementos fotosensibles (película o sensor de imagen) tiene un formato rectángular y habrá por lo tanto la posibilidad de elegir un encuadre horizontal, vertical o inclinado, cada uno transmitiendo sensaciones diferentes.
Encuadre Horizontal
El Encuadre Horizontal sugiere quietud, tranquilidad y suele utilizarse en fotografías de paisajes y retratos de grupos.
El Encuadre Vertical sugiere fuerza, firmeza y es el más apropiado para retratos.
Encuadre Vertical
El Encuadre Inclinado transmite dinamismo, fuerza o inquietud y suele utilizarse como recurso para resaltar estas cualidades en el motivo, como ser por ejemplo en la fotografía de una carretera o de un camino con perspectiva.

Una de las condiciones básicas es encuadrar únicamente lo que nos interesa. El ojo humano observa un espacio sin límites, pero en la cámara el encuadre está limitado por 4 lados, por lo que es necesario elegir lo que se quiere incluir dentro del fotograma.
Cuando quiero fotografiar un sólo personaje, tengo que acercarme lo más posible.
Encuadre Inclinado
Otra consideración es el ángulo de la toma. Salvo para efectos especiales, debemos equilibrar el objeto y la cámara. Si de pie fotografiamos a un niño va a salir deformado, con la cabeza más grande que los pies y dará la sensación de estar aplastado contra el suelo. Lo que conviene es agacharse y así obtener el fondo y un resultado más natural.
Enfocar es casi simultáneo con encuadrar. Cuando fotografiamos algo en movimiento debemos seguirlo girando el anillo de enfoque para estar siempre listos para disparar. Cuando debemos fotografiar algo que va a ocurrir, como por ejemplo que una persona entre por una puerta, nos conviene encuadrar y enfocar así cuando la persona pase sólo nos resta disparar. Si lo que vamos a fotografiar va a pasar por una determinada zona, podemos calcular el diafragma para que dicha zona quede dentro de la profundidad de campo.

PROFUNDIDAD DE CAMPO

Las cámaras fotográficas hacen nítida la imagen al enfocar, de la misma manera que el ojo humano adapta su cristalino, sin embargo hay una diferencia: el ojo es incapaz de enfocar dos planos a la vez, no tiene profundidad de campo, ya que ve solamente en un plano, quedando desdibujados los otros planos, delante y detrás del plano que el ojo enfoca.

La NITIDEZ está influída por la profundidad de campo y la velocidad de obturación. Se trata de un recurso expresivo, estrechamente vinculado al grano o pixel fotográfico, es decir, a la textura de la imagen. El control del enfoque permite destacar una figura sobre un fondo dejando una parte sin nitidez. Por otro lado, la falta de nitidez puede utilizarse para transmitir dinamismo o temporalidad, y puede lograrse con la utilización de filtros.
Lo que define a una fotografía nítida es que el motivo enfocado no aparece borroso, movido ni difuminado. Lo habitual es enfocar aquello que está más cerca del espectador porque nuestros ojos tienden a interpretar que enfocado significa cerca y desenfocado lejos. No vamos a poder enfocar dos cosas al mismo tiempo por encontrarse a diferentes distancias, pero si cerramos el diafragma podemos conseguir que ambos elementos queden nítidos producto de la profundidad de campo y de la distancia hiperfocal.
La nitidez está condicionada por:
- La velocidad del disparo y la distancia focal: cuanto mayor sea la distancia focal más se va a notar el movimiento de la cámara al disparar.
- La precisión del enfoque
- La sujeción de la cámara
- El objetivo utilizado
- La apertura y la distancia focal utilizada
- La iluminación: juega un papel crucial en la nitidez ya que una luz demasiado dura, muy tenue o escasa no permitirá ver con claridad los detalles del motivo retratado. En general lo mejor es emplear una luz suave.
- La sensibilidad: demasiado elevada con una iluminación insuficiente dará un ruido en la imagen que restará nitidez.
- Un fondo distanciado y el contraste: ayuda mucho a apreciar la nitidez del motivo que el fondo contraste fuertemente con sus tonalidades. Se trata de buscar no distraer al espectador y poder desenfocarlo debido a su distancia.
- La limpieza de las ópticas y los filtros
- La configuración de la cámara: en relación al parámetro de nitidez y calidad en las cámaras digitales (compresión).

Cuando hacemos un retrato tratamos de desenfocar el fondo de modo que la atención se centre en aquello que pretendemos destacar. Cuando fotografíamos un paisaje, en cambio, vamos a tratar de tener enfocado tanto el primer plano como los elementos más alejados.
La PROFUNDIDAD DE CAMPO es el rango de profundidad dentro del cual las cosas se ven nítidas, es la distancia por delante y detrás del motivo o plano enfocado que conserva la nitidez, es la cantidad de planos nítidos que veo, es el espacio comprendido entre el primero y el último elemento enfocado. La profundidad de campo está condicionada por el diafragma y se mide un 1/3 para adelante y 2/3 para atrás de lo que enfoco.
La profundidad de campo está determinada por:
- La distancia focal del objetivo: cuando aumenta, disminuye la profundidad de campo. Los lentes más cortos (Gran Angular) tienen más profundidad de campo y a la inversa los Teleobjetivos tienen menos profundidad de campo, ya que al tomar la imagen con un ángulo menor de cobertura hace que la imagen se reproduzca de mayor tamaño, sin modificaciones en la perspectiva pero con achatamiento de planos. A su vez colocando la focal en infinito tendremos más profundidad de campo que colocándola en la distancia mínima de enfoque.
- El tamaño de apertura: a diafragma más cerrado (número más grande) más profundidad de campo, y a la inversa con un diafragma más abierto tendremos menos profundidad de campo. Es decir, que con una misma distancia de enfoque veremos más nítido con un diafragma 16 que con un diafragma 2.
- La distancia del motivo a la cámara: mayor distancia, mayor profundidad de campo.

La DISTANCIA HIPERFOCAL es cuando la nitidez desaparece. Es una distancia que varía según la distancia focal del objetivo, la apertura empleada y la cámara utilizada. Si varía la hiperfocal varía la profundidad de campo. Para obtener a cualquier abertura la máxima zona de nitidez, es preciso llevar el enfoque a la hiperfocal. Si tengo el lente en infinito, la nitidez es desde la hiperfocal hasta infinito. Y si en cambio, enfoco en la hiperfocal, la nitidez será de la mitad de la hiperfocal al infinito.
La hiperfocal se calcula dividiendo la distancia focal al cuadrado por el círculo de confusión (0,025) por el diafragma.
La gran diferencia que aporta la distancia hiperfocal es que podemos fotografiar un paisaje en que haya varios planos tomándolos a todos nítidos, mientras que si hacemos foco en el infinito los primeros planos quedarían fuera de foco.