sábado, 1 de septiembre de 2012

EL ENCUADRE

El ENCUADRE consiste en la captura de la realidad eligiendo y organizando los elementos que formarán parte de la imagen, aquello que el fotógrafo sitúa dentro de la fotografía. Ante un mismo motivo cada fotógrafo puede elegir hacer una fotografía diferente captando unos u otros elementos.
Existen algunas pautas que se pueden tener en cuenta:
- Una vez que el fotógrafo decide la posición, el ángulo de la toma y la distancia, debe comprobar si todo lo que aparece en el visor resulta necesario. Si algo no favorece a la imagen, se debe cambiar la posición o intentar modificarlo esperándo a que las condiciones sean más favorables como por ejemplo en relación a la luz o si hay una persona caminando. El entorno del motivo principal, el fondo, los colores, la posición del sol y las sombras, son los aspectos principales que se deben controlar. Un entorno confuso, fondos demasiado claros o gráficamente muy potentes, colores llamativos o el sol detrás del motivo pueden perjudicar la fotografía.
En toda escena hay un MOTIVO (aquello que deseamos destacar, el centro de interés) y un FONDO (aquello que rodea, decora y/o da sentido al motivo). Para resaltar, el motivo debe llenar el encuadre, que sea el objeto principal excluyendo otros objetos que puedan restarle atención. Puede hacerse a partir de la diferencia de luz, de color, de nitidez, etc.
Un plano general de un parque dificulta la comprensión, es difícil saber que quiere transmitir el fotógrafo. En una toma realizada a corta distancia el tema queda perfectamente definido. El mejor método para definir el tema consiste en incluir pocos elementos en la fotografía.
- A pesar de los dicho en el punto anterior, es importante en el encuadre dejar un cierto MARGEN alrededor del motivo para no atosigar la imagen. Este margen actuará como marco del motivo.
- La LÍNEA DEL HORIZONTE suele ser una referencia visual clave para el ser humano. Normalmente debe mantenerse recta y horizontal. Una línea inclinada suele llamar la atención, y si no está justificada, da al espectador la sensación de que los objetos se van a caer hacia ese lado, y le resta atención al motivo principal. Tampoco es conveniente colocarla en el centro de la imagen, sino a 2/3 por arriba o por abajo, ya que colocándola al centro se obtendrán imágenes descriptivas e inexpresivas, mientras que subiéndola o bajándola se podrá dar más importancia al cielo, al mar o la tierra como fondo o motivo.
- También es importante considerar la PROFUNDIDAD DE CAMPO que da la oportunidad de añadir dramatismo decidiéndo que dejar nítido y que no en el encuadre. El ENFOQUE es otro de los elementos fundamentales para dirigir la atención del espectador y resaltar el motivo de la composición. El primer gran recurso artístico del enfoque total es resaltar el motivo (elemento enfocado) frente a todo lo demás desenfocado (fondo), fijándo de manera muy clara el centro de interés.
- Otro factor comunicativo importante es la elección del FORMATO del encuadre. La mayoría de los elementos fotosensibles (película o sensor de imagen) tiene un formato rectángular y habrá por lo tanto la posibilidad de elegir un encuadre horizontal, vertical o inclinado, cada uno transmitiendo sensaciones diferentes.
Encuadre Horizontal
El Encuadre Horizontal sugiere quietud, tranquilidad y suele utilizarse en fotografías de paisajes y retratos de grupos.
El Encuadre Vertical sugiere fuerza, firmeza y es el más apropiado para retratos.
Encuadre Vertical
El Encuadre Inclinado transmite dinamismo, fuerza o inquietud y suele utilizarse como recurso para resaltar estas cualidades en el motivo, como ser por ejemplo en la fotografía de una carretera o de un camino con perspectiva.

Una de las condiciones básicas es encuadrar únicamente lo que nos interesa. El ojo humano observa un espacio sin límites, pero en la cámara el encuadre está limitado por 4 lados, por lo que es necesario elegir lo que se quiere incluir dentro del fotograma.
Cuando quiero fotografiar un sólo personaje, tengo que acercarme lo más posible.
Encuadre Inclinado
Otra consideración es el ángulo de la toma. Salvo para efectos especiales, debemos equilibrar el objeto y la cámara. Si de pie fotografiamos a un niño va a salir deformado, con la cabeza más grande que los pies y dará la sensación de estar aplastado contra el suelo. Lo que conviene es agacharse y así obtener el fondo y un resultado más natural.
Enfocar es casi simultáneo con encuadrar. Cuando fotografiamos algo en movimiento debemos seguirlo girando el anillo de enfoque para estar siempre listos para disparar. Cuando debemos fotografiar algo que va a ocurrir, como por ejemplo que una persona entre por una puerta, nos conviene encuadrar y enfocar así cuando la persona pase sólo nos resta disparar. Si lo que vamos a fotografiar va a pasar por una determinada zona, podemos calcular el diafragma para que dicha zona quede dentro de la profundidad de campo.